debeleer.com >>> chapter1.us
La dirección de nuestro sitio web ha cambiado. A pesar de los problemas que estamos viviendo, estamos aquí para ti. Puedes ser un socio en nuestra lucha apoyándonos.
Donar Ahora | Paypal


Como Puedo Descargar Libros Gratis Pdf?


Toxic Man (Destruccion 1) – Grislanddy L. Hernandez

El mejor amigo del hombre no es un perro, es una taza de café recién hecho en la mañana. Eso es vida calando en mi cuerpo y alimentando mis venas. Por eso cada mañana, antes suene mi despertador mis ojos están alerta. Se dice que las personas hechas para dirigir consiguen dormir solo cuatro o cinco horas de sueño y el otro tipo de personas que duerme hasta tarde y pospone la alarma más de seis veces son personas para ser dirigidas. Yo pertenezco al primer tipo. Mis ojos se abren incluso cuando aún el cielo de Manhattan está oscuro. Giro sobre mi cuerpo tocando mi rostro en el proceso, no necesito mirar la maraña de pelo castaño en mi cama para que algo se remueva. Dos cosas se remuevan, mi polla levantada y erguida cuán orgullosa con una dura erección matutina. Y una parte de mi cerebro diciéndome cuán erróneo fue tener sexo con mi asistente anoche, más la advertencia del problema en lo cual puede terminar. Mierda. Salgo de mi cama para ir directo al baño y resolver el primer problema de la mañan. No me gusta para nada este aroma de mujer en mi cuerpo, necesito una ducha larga y caliente para borrar cualquier caricia o rastro… Luego salgo de la ducha mojado y envolviendo una toalla en mi cintura. Enciendo la cafetera en mi cocina y le hecho una rápida mirada al periódico que descansa –como cada mañana– en la encimera. Más de lo mismo, mi estupido presidente levantando comentarios en lo que debería ser una red social y él ha convertido en su gabinete de prensa. Es un puto dolor en mi trasero y bien podría chuparme la polla. En momentos como este extraño a Obama. Mi trabajo requiere imparcialidad, no ser simpatizante de ningún partido y solo dedicarme a la protección de mi país, pero no puedo dejar de pensar qué protejo a un presidente de mierda. Solo crea más problemas y no soluciones. Tomando mi café y suspirando de puro placer camino hacia mi habitación. Mi asistente aún sigue dormida así que deduzco pertenece al segundo tipo de persona que necesita una alarma y duerme hasta tarde. Necesito un poco de ejercicios y un enfoque. Algo me traiga al ahora. Emocionante. La vida detrás de un escritorio está matándome. Un bóxer negro cubre mi cuerpo cuando me inclinó a tomar un pantalón y sudadera para salir a correr y quemar toda esta energía extra.


La opción de follar a mi asistente ya no es tan atractiva como me lo pareció anoche. No razonaba y hoy él controlador hombre que soy sabe cuán equivocado estuve en meterme en su coño. Le dejaré claro mis términos. Unas manos rodean mi cintura subiendo por mi pecho. Giro los ojos sintiendo las tetas pegadas a mi espalda. Es hora, supongo. —Vuelve a la cama —ronronea. El sexo es sexo y algo que me gusta de no tenerlo es lo que sigue a la mañana siguiente. Descubrí eso hace unos años cuando traté de despedir a la chica y puso ojos llorosos como cachorro y luego se volvió la puta reencarnación de lucifer. Desde hace cuatro años estaba bien dándome placer a mi mismo y evitando esta mierda. Anoche tenía un par de tragos y no me estoy excusando con eso pero fue más atractiva la idea de follar mi asistente cuando ella cayó de rodillas y se metió mi polla en la boca sin preguntar. Joder, cuatro años puede ser duros para una polla que sabe trabajar en un coño. —Necesito a Linc en la línea para las diez de la mañana, arregla una cinta con Roth también y encárgate de enviar flores a mi madre —ordenó quitando sus delgadas manos de mi cintura. —No tienes… —Eres mi asistente, follamos anoche. Olvídalo. No cambia nada. —Damon. —Armstrong —corto—. No tienes permitido tutearme. Ahora haznos un favor a los dos, Katniss. Vuelve a ser esa asistente qué necesito, recoge tus mierda, márchate de mi lugar y por tu bien olvida lo que pasó. Ya yo lo he olvidado, no fue nada memorable. Y no miento. Lo dejo claro antes de se haga una maldita novela en su cabeza. Conozco a las mujeres y sé cuán sensibles pueden llegar a ser.

Estoy seguro imagino nuestra boda anoche y para esta mañana ya teníamos dos hijos y vivíamos felices para siempre. Basura qué las televisión y los libros te venden. Dejándola en mi closet con una pequeña rabieta salgo de mi lugar. Mi seguridad está listo en la puerta como cada mañana. Recibo una inclinación sutil de cabeza. —¿Cómo está Olivia esta mañana? —Bien, señor. Gracias por preguntar. —Voy a correr dos horas, encárgate de conseguir un taxi para mi asistente. Está dentro —señaló caminando hacia él ascensor. Nick mi nuevo seguridad asiente. —Ya está hecho señor. —¿Si? —Me lo pidió anoche —dice. Bueno parece que mi yo borracho tampoco es feliz con Katniss. —Bien. —Tengo algo para usted, llegó ayer en la tarde. Me detengo mirando por primera vez la carpeta negra que tiene en su poder. Y cierro los ojos con fuerza. Se quien la envía, y aunque desconozco el contenido seguro como la mierda no puede ser nada bueno. Nick tiene mi confianza. Le indicó la habrá mientras salimos del ascensor a empezar un trote tranquilo. Necesito el ejercicio más que nunca. Esa carpeta solo es problemas y mientras más mi seguridad brinda información lo compruebo. Negra, ¿Por qué jodidos es negra? Mi seguridad no entiende eso. Es un mecanismo para saber mi objetivo. Solo he recibido dos carpetas negras, bueno he recibido unas docenas pero solo tomé dos negras.

Y no me creo preparado para otra, no ahora. La mierda me ha alcanzado. —¿Cuántos años tiene? —Veintidós. —¿Universitaria? —No. Trabaja en una editorial. —Joder —gruñó. Una rata de libros. Son las peores mujeres en el mundo, sus estándares son tan altos. Están esperando un príncipe azul para un cuento que terminará soso como todo. Él felices para siempre no existe. El mundo está lleno de mierda y aunque corras en algún punto te alcanza tarde o temprano. —Está es su foto —dice. Me detengo en la central ave de seco. Cabello rubio claro, piel blanca como porcelana, labios grandes rosados y ojos enormes para un rostro muy angelical. Están jodiendome. —¿Es una broma? —susurró. Tiene que serlo. —No señor. Es un ángel… Y su carpeta es negra. Mierda. Se reconocer un maldito problema cuando lo tengo enfrente. Eso, esa foto es un jodido problema. Lo sé, uno que no estoy dispuesto a tomar. —Roth puede hacerse cargo —resuelvo devolviendo la foto a mi seguridad. —Lo ha solicitado a usted, señor.

Quiere un trabajo limpio y sin huellas. Vigilancia continua, 24/7 —Por supuesto —Rió sin humor, ¿Quién mejor para eliminar la mierda que el director de la CIA? Nadie—. Hazte cargo, contrata a alguien. Asegúrate que sea limpio. No voy a involucrarme. Y su carpeta es negra. Es muchísimo más que vigilancia. Eso mi seguridad no lo sabe. Tengo dos expedientes de la policía, dos jodidas carpetas que podrían derrumbar mi mundo. Cuando era adolescente fui una basura de persona. Golpeaba a chicos por diversión, tenía tanta ira dentro. Quería ser mucho más que solo alguien trastornado. Él vio que tenía armas que sólo puños para dar. Me tomo, moldeo y puso el maldito mundo en mis manos. Le debo todo en la vida y me está pidiendo una carpeta negra a cambio. Debería tomarlo. Sería algo fácil de hacer, pero la imagen de esa foto no es un hombre lleno de tatuaje rusos o una basura vendedora de armas o drogas. Es una chica, una muy bella. —Contrata alguien de la lista. Solo envía la carpeta, sabrán qué hacer. Nick no necesita más. Punto. —Señor. Le entregó la carpeta listo para empezar a correr. Ahora creo necesito tres horas, una más añadida por ese rostro.

Me impulso por la East Central hacia la vista del Hudson. Fire quemando mis oídos y en otras mañanas mi cabeza estuviera fría pensando en todo mi día, hoy el día se me antoja gris y amargo. Jodi con mi asistente y ahora tengo un rostro rondando mi cabeza como fantasma. Enfoque, necesito enfoque. Y entonces sucede como si no pudiera ser un día ya de mierda. En alguna parte de mi mente registró el nombre Nicolás dijo para mi, su apellido más bien, cuando paso por G&G auto group lo comprendo. Joder. Es la hermana de un magnate. Mierda. Me detengo en seco jadeante y miró el impotente lugar, un edificio de treinta pisos. Acero y cristales. Mierda, regreso rápido sobre mis pies rogando internamente porque Katniss ya no esté en él lugar. Decido tomar las escaleras para hasta mi piso con ese rostro grabado en mi retina. Nicolás se sorprenden cuando empujó la puerta. Y Olivia, la chica de servicio ya está detrás de la barra preparando desayuno. Ellos estaban hablando de algo sucio por como luce un sonrojo monumental la chica. Tomó la carpeta negra. —Cancela esa llamada. Me haré cargo. —Buenos días, señor Armstrong. —Buenos días, Olivia. Una señora estará ayudándote hoy, vendrá sobre las nueve. —Señor… —No cargues nada —ordenó mirando su vientre aún plano. Ha tenido una amenaza de aborto por lo que supe de la boca de mi seguridad. Ella afirma no muy de acuerdo con mi orden.

No debería estar trabajando pero es demasiado terca. No entiendo como Nick lo soporta. Una mujer terca y obstinada saca la mierda de cualquier hombre. Es por eso qué prefiero mastubarme. ¿Una chica? No, gracias. No quiero eso en mi vida. En la cama, sentado con montones de papeles esparcidos mientras me coloco mis gemelos luego de otra ducha y mi estómago gruñendo de hambre. Ya he tomado una decisión. Vuelvo a tener la foto en mis manos evaluando una vez más toda esa perfección. Es delgada, su cintura pequeña y tiene un trasero de muerte. Y mi pervertida mente la imagina con esas largas piernas enrolladas a mi pidiéndome más duro. Como si mi polla tuviera cerebro se yergue en aprobación. Lastima. Una belleza de chica desperdiciada, ¿Cuanto ha vivido ya? Es una Neoyorquina. Sin duda ha tenido acción. —¿Qué pudo haber hecho ella para que él la quiera fuera del camino? — preguntó en voz alta. Tomó los papeles otra vez y por algún extraño motivo guardo su foto en mi cartera y no en la carpeta. Tengo que llegar a la oficina, Roth sabrá qué hacer. Quizás deje que se divierta… No. necesito un enfoque. Seré yo, quien se divierta un rato. Después de todo es materia follable. Bueno, parece ya tengo un enfoque. Me convertiré en Universitario. Me gustaba mucho ese juego de verdad o reto.

Soy un experto en mentir y sin duda amo un maldito reto cuando lo tengo enfrente. Ella es mi reto. Y la verdad… Bueno. Ya lo dije, soy un experto en mentir. Lo que parecía un día de mierda se ha convertido sin duda en uno mejor. Prepárate, Emilie Green

.

Declaración Obligatoria: Como sabe, hacemos todo lo posible para compartir un archivo de decenas de miles de libros con usted de forma gratuita. Sin embargo, debido a los recientes aumentos de precios, tenemos dificultades para pagar a nuestros proveedores de servicios y editores. Creemos sinceramente que el mundo será más habitable gracias a quienes leen libros y queremos que este servicio gratuito continúe. Si piensas como nosotros, haz una pequeña donación a la familia "BOOKPDF.ORG". Gracias por adelantado.
Qries

Descargar PDF

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

bookpdf.org | Cuál es mi IP Pública | Free Books PDF | PDF Kitap İndir | Telecharger Livre Gratuit PDF | PDF Kostenlose eBooks | Baixar Livros Grátis em PDF |