debeleer.com >>> chapter1.us
La dirección de nuestro sitio web ha cambiado. A pesar de los problemas que estamos viviendo, estamos aquí para ti. Puedes ser un socio en nuestra lucha apoyándonos.
Donar Ahora | Paypal


Como Puedo Descargar Libros Gratis Pdf?


Picnic junto al camino – Boris Strugatsky

La fugaz visita de naves extraterrestres ha dejado misteriosos desperdicios fruto del insólito picnic junto al camino de unos seres absolutamente incomprensibles.

Las que fueron Zonas de aterrizaje son ahora lugares peligrosos y prohibidos, donde unos misteriosos objetos desencadenan todas las ambiciones humanas.

Los stalkers se arriesgan a entrar furtivamente en la Zona para rescatar, cual hormigas laboriosas, esos restos abandonados por los que suspiran al unísono la ciencia y el hampa.

¿Es posible comprender una inteligencia extraterrestre? ¿Es la ciencia la mayor destructora de la esperanza humana? La arriesgada vida de los stalkers y los singulares objetos de la Zona, en particular la Bola Dorada que concede todos los deseos, tal vez nos ayuden a reflexionar sobre ello.
Los hermanos Strugatsky

—Arkadi, el mayor, filólogo especializado en lenguas orientales, y Boris, el menor, astrónomo— son los más famosos y populares de los escritores rusos de ciencia ficción. A partir de «Picnic junto al camino»,

que es con «Qué difícil es ser Dios» una de sus mejores novelas, Andréi Tarkovski realizó la memorable película «Stalker», con guión de los propios autores.

Es muy posible que quienes hayan visto primero la película y lean después la novela se sientan estafados por Tarkovski. Pese a la importancia de la versión filmada, esta vez la galaxia de Gutenberg gana por goleada al mundo de lo audiovisual.


De la entrevista realizada por el enviado especial de radio Harmont al doctor Valentine Pilman, premio Nobel de física 19.

—Tengo entendido, doctor Pilman, que su primer descubrimiento de importancia fue lo que ha dado en llamarse el Foco Irradiador de Pilman.

—No lo creo. El Foco Irradiador de Pilman no fue el primero, ni fue importante; ni siquiera fue un descubrimiento. Por otra parte tampoco fue del todo mío.

—Debe estar bromeando, doctor. El Foco Irradiador de Pilman es un concepto corriente hasta para los escolares.
—Eso no me sorprende. Según algunas fuentes, el Foco Irradiador de Pilman fue descubierto por un escolar.

Por desgracia no recuerdo cómo se llamaba. Búsquelo en la Historia de la Visitación, de Stetson; allí está descrito con lujo de detalles.

Él sostiene que el foco irradiador fue descubierto por un escolar, que fue un estudiante universitario quien publicó las coordenadas, pero que por alguna razón desconocida, se le dio mi nombre.

—Sí, con cualquier descubrimiento pasan cosas sorprendentes. ¿Le molestaría explicar a nuestros oyentes de qué se trata, doctor?
—El Foco Irradiador de Pilman es la cosa más simple del mundo. Supongamos que hacemos girar un globo enorme y disparamos balas contra él.

Los agujeros de esas balas quedarán marcados en la superficie en una suave curva.


La base de lo que para usted es mi primer descubrimiento de importancia consiste en el simple hecho de que las seis

Zonas de Visitación están dispuestas sobre la superficie del planeta como si alguien hubiera disparado seis tiros hacia la Tierra con una pistola ubicada en algún punto de la línea Tierra-Deneb.

Deneb es la estrella Alfa en la constelación de Cygnus. El punto espacial del que provienen los disparos, por así decirlo, se llama Foco Irradiador de Pilman.

—Gracias, doctor ¡Compañeros harmonitas! ¡Al fin hemos recibido una clara explicación de lo que es el Foco Irradiador de Pilman! A propósito: anteayer se cumplieron treinta años de la Visitación.

Doctor Pilman, ¿quiere decir a sus conciudadanos algunas palabras sobre el particular?
—¿Hay algo que le interese en especial? Recuerde que yo no estaba en Harmont por entonces.

—Por eso mismo será aún más interesante saber qué sintió usted al enterarse de que su ciudad natal era el centro de una invasión de seres ultracivilizados provenientes del espacio.

—Para serle sincero, al principio pensé que eran mentiras. Me costaba creer que pudiera pasar algo así en nuestra pequeña Harmont. Habría sido más plausible en Gobi o en Terranova.

—Pero al fin tuvo que creerlo.
—Ah sí, al fin…
—¿Y entonces?

—De repente se me ocurrió que Harmont y las otras cinco zonas de Visitación… Perdón, me equivoco: por entonces había solo otras cuatro zonas conocidas. Se me ocurrió que todas entraban en una leve curva. Calculé las coordenadas y las envié a Naturaleza.

—¿Y no se preocupó en ningún momento por la suerte de su ciudad natal?

.

Declaración Obligatoria: Como sabe, hacemos todo lo posible para compartir un archivo de decenas de miles de libros con usted de forma gratuita. Sin embargo, debido a los recientes aumentos de precios, tenemos dificultades para pagar a nuestros proveedores de servicios y editores. Creemos sinceramente que el mundo será más habitable gracias a quienes leen libros y queremos que este servicio gratuito continúe. Si piensas como nosotros, haz una pequeña donación a la familia "BOOKPDF.ORG". Gracias por adelantado.
Qries

Descargar PDF

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 comentarios

Añadir un comentario
  1. me quedo loketon

bookpdf.org | Cuál es mi IP Pública | Free Books PDF | PDF Kitap İndir | Telecharger Livre Gratuit PDF | PDF Kostenlose eBooks | Baixar Livros Grátis em PDF |