debeleer.com >>> chapter1.us
La dirección de nuestro sitio web ha cambiado. A pesar de los problemas que estamos viviendo, estamos aquí para ti. Puedes ser un socio en nuestra lucha apoyándonos.
Donar Ahora | Paypal


Como Puedo Descargar Libros Gratis Pdf?


Como Animales – Jorge Borges

La casa en la montaña era algo inimaginable hasta que quienes la visitaban se daban cuenta de que sí existía y daba fe de cada uno de los maravillosos e incontables comentarios que hacían sobre ella. Pertenecía a Rafael Clark, un conocido cineasta de la ciudad, que, si bien había cosechado muchos éxitos en sus años anteriores, ahora estaba pasando por una etapa muy difícil en su carrera, Rafael tuvo un pequeño declive cuando su última película resultó ser un completo desastre y recaudó en los cines mucho menos de lo que se imaginaban y a pesar de que era la primera vez que él tenía una baja de esa manera, las críticas fueron demasiado destructivas. Revisó mil veces cada una de las cosas que pusieron salir mal y trató de convencer a todos de que no era lo que estaban pensando, de que las cosas no eran como las estaban viendo, pero, en ese mundo se debe ir con mucho cuidado para evitar tropezar, así como suben hasta lo más alto, caen de la misma forma. Ya nadie creía en el pulso de Rafael que siempre estuvo en la palestra del cine, pero, la verdad es que en ese mundo un solo error vale más que todos los años de éxitos, algo que es completamente irónico, puesto a que había tenido una carrera muy exitosa y llena de cosas buenas para él y quienes lo había acompañado en sus películas. Las cosas iban más allá de todo eso, pues desde que estuvo en su última entrevista en televisión ya más de un año atrás, los directores, productoras y cadenas cinematográficas lo había ignorado de todas las maneras posibles. Nadie quería saber de él, pero, se sabía que por debajo de la mesa había un acuerdo para sacarlo del camino. El plan era que todo lo que había hecho quedara en el olvido, que nunca más estuviera al frente de una película y que nadie más supiera de él como cineasta, era como aprovechar al máximo todo por lo que estaba pasando y evitar que tomara el mando de nuevo. Lo miraban como un obstáculo, como si se tratara de un muro muy alto el cual no podían sobrepasar. Y era algo más que lógico, cuando tuvo su momento, Rafael era el mejor pagado y llegó a amasar una fortuna enorme con solo una saga de películas que lo llevaron al estrellato y el reconocimiento de todos, pero, es que eran sus ideas las que iban más allá de lo normal, era él quien hacía magia con cada una de sus películas y la gente lo adoraba. Pero, se había convertido en una amenaza para los demás, incluso para las personas que trabajaban con él, quienes necesitaban billar más, hacerse ver mucho más en las revistas y entrevistas que eran abarcadas casi en su totalidad por Rafael. Ahora estaba apartado de todo y aprovechó la situación para tratar de reencontrarse con él mismo y buscar nuevas ideas para salir al estrellato nuevamente. Por supuesto él no sabía nada de los planes de sus excompañeros. Fue por eso que se decidió a construir una casa en las montañas de la región. Había una zona a donde él iba cuando era niño y estaba enamorado de los paisajes que ahí había. Recordaba que, en su época de adolescente, cuando comenzó a escribir de verdad, iba hasta allá para conseguir paz e inspiración, decía que había una musa merodeando por esos lados que le llenaba la mente de buenas ideas. Todo el sitio estaba rodeado de naturaleza que era prácticamente virgen. Así que su idea principal era volver a su lugar preferido y encontrarse con todo aquello que lo llenaba de inspiración, pero, las cosas se desviaron un poco en el transcurso, pero, esta vez en una casa sólida y construida especialmente para él con los planos que ya había acordado con un arquitecto muy amigo de él. Mientras Rafael vivía de su periodo fuera del cine, trataba de disfrutarlo al máximo haciendo aquellas cosas que había sacrificado gracias a las noches enteras en un plató filmando películas, era algo de lo que no se arrepentía en lo absoluto, pero, a la vez fue un tiempo en que solo se dedicaba a trabajar sin ningún tipo de entretenimiento, algunos de los pocos amigos que le quedaban le aconsejaron darse un respiro para poder reordenar las ideas. Claro que ese respiro debía ser bien alejado de todo lo que significaba ser cineasta, no debía tener nada que ver con su carrera, necesitaba alejarse todo lo posible y conseguir de nuevo esa inspiración, que llegaría en el momento exacto, justo cuando él menos lo esperara. Pero, nada de eso era fácil, era como si le pidieran renunciar a toda su vida, era lo único que realmente sabía hacer con amor y con lo que se sentía completamente cómodo. El cine lo era todo para él. Fue así como Rafael comenzó a buscar el mejor escape que conocía. Siempre fue un hombre muy atractivo y llamaba la atención de todas las mujeres que rodeaban, para él era muy fácil estar con la chica que quisiera porque no se basaba solo su físico y su fama. Rafael iba mucho más allá siendo un gran conversador y era un animal en la cama, quien lo probaba jamás lo olvidaba. Todas las mujeres querían más de él.


Todas hablaban de él. Pero, sus encuentros sexuales eran muy poco frecuentes y todo era gracias a su entrega con el trabajo, pero, ahora las cosas eran diferentes y estaba dispuesto a recuperar todas esas experiencias que quedaron esperando por él, aún era muy joven y estaba decidido a hacerlo sin dudas. Sería un nuevo comienzo para él donde encontraría lo que tanto estaba deseando. Empezó una noche justo después de regresar de las montañas donde había visto un gran avance en la construcción de su nueva casa. Estaba muy emocionado al respecto porque los arquitectos y constructores le habían dado la buena noticia de que todo estaría listo mucho antes de lo acordado. El único detalle que veía era lo largo del camino para llegar, pero, ese era el precio por tener el lugar exacto. Rafael salió a un restaurante muy concurrido y al cual iba cualquier cantidad de mujeres solteras, era el sitio de moda y nadie se lo quería perder. El ambiente era más que agradable, el lugar contaba con lujosas áreas para escoger y la música era en vivo y muy relajante, la banda tocaba una fusión de Jazz bastante interesante que de entrada le llamó la atención a Rafael, así que los escuchó atentamente mientras esperaba el whisky que había encargado. Se sentía con suerte aquella noche y sabía que las cosas irían muy bien. Una de las cosas que lo había llevado al estrellato era su intuición y eso jamás le había fallado. Pero, minutos más tarde recibió su bebida junto con una nota. —La señorita del área VIP que está detrás de la barra le envía esto, señor Clark. Un poco sorprendido, Rafael tomó el papel. —Muchas gracias. El mesonero se retiró después de asentir con la cabeza. La mujer miraba desde lejos mientras levantaba su copa, Rafael hizo lo mismo y al verla sola se levantó y fue hasta donde ella estaba. Ella era muy elegante y bella lo cual hacía más extraño el hecho de que estuviera ahí a solas, pero, cada quien vive su historia, nadie sabe lo que la hizo ir hasta allá sin compañía. Realmente era algo que carecía de importancia. — Me asombra haber recibido una nota de tan distinguida dama. —No siempre una se consigue con cineastas de lujo en un restaurante. —Encantado de su atención. Soy Rafael Clark. —Lo sé. Rosaura Oviedo. ¿Me acompañas? —Por su puesto.

La velada fue más que perfecta y Rafael sabía que de alguna manera con ella comenzaría una nueva etapa para él, una nueva manera de hacer las cosas. La conversación se hizo muy interesante y ellos se miraban a los ojos de la misma manera, era un llamado de sus seres más internos. Ya el vino se había terminado y la música estaba de más, necesitaban ir a otro lugar donde pudieran estar mucho más solos. Salieron directo a un hotel cercano que era perfecto para la ocasión y las cosas se dieron de la manera en que ambos lo necesitaban. Los rumores de que el hombre era un Dios en la cama era más que ciertos y Rosaura quedó feliz de haber dado aquel paso, era lo que tanto necesitaba. Por su parte, Rafael pudo volver a sus mejores años de conquistador, era como si recuperara el papel de protagonista en su vida. Se sintió muy bien al respecto a además hizo lo que estaba acostumbrado a hacer. En la mañana despertó mucho más temprano, recogió sus cosas y entonces salió con cuidado para no hacer ruidos. Nunca había tenido en mente quedarse con la mujer, era la manera en que hacía las cosas y además no había interés en comenzar una relación esto se trataba de usar y desechar, por más duro que sonara. Cuando iba bajando por el ascensor se metió las manos en los bolsillos y palpó algo extraño para él en ese momento. Era la nota que le había enviado Rosaura la noche anterior. “Si estás interesado puedes pasar por aquí” Él ni siquiera tuvo que leerla, pues la verdad actuó instintivamente. Rafael sonrió, la arrugó y entonces la dejó en el basurero que estaba en la recepción del hotel. Pagó lo que se debía por la noche, explicó que la señorita seguía en la habitación y salió y buscar su coche. La verdad es que se sentía bastante bien, era como si respirara de nuevo, seguía teniendo el toque y ahora nadie lo pararía, sería como un huracán al que nadie puede parar, solo necesitaba organizarse más. Por los momentos tenía solo dos cosas en mente: la construcción de su gran casa en las montañas y buscar y encontrar a todas las mujeres que necesitara, probar a todas y cada una de las que pudiera, era hora de tener tiempo para él mismo. Noche tras noche se regocijaba con las chicas que llevaba bajo las sábanas, entraba a los hoteles más lujosos y compartía con ellas quizá una cena o un par de botellas algún excelente vino de la bodega de turno, las hacía sentir como nunca antes pudieron y además las dejaba a la mañana siguiente sin ningún tipo de culpa. La mayoría de ellas querían mucho más de aquel hombre que las subía a las estrellas y terminaba por hacerlas viajar por un universo por el que jamás habían transitado y del cual no querían salir, era como tocar una parte del paraíso y tener que dejarlo ir solo porque esas eran las reglas. Ellas lo veían partir porque no había otro tipo de oportunidad, ella sabía que después no volverían a tenerlo y la sensación se convertía en algo más que desgarradora, era como darle un dulce a un niño para después quitárselo. Rafael vivía todo lo que se había perdido a causa del trabajo, estaba reviviendo todo lo que le había escapado, pero, ahora parecía una persona diferente. Se dio cuenta que no había ni una sola mujer que lo rechazara, él solo tenía que señalarla con un dedo y solo eso bastaba para que cayeran en sus pies. El resto se lograba con una buena charla y con algo de caballerosidad, quizá un poco forzada, pero, que le resultaba completamente. Los diálogos para todas era el mismo, para él no existía una mujer diferente y en su caso muy en particular las buscaba a todas para lo mismo, después de eso pasaría a la colección. Normalmente las buscaba de un mismo estilo. Tenía un patrón bien definido del cual no se salía a excepción de una vez que cambió todos sus planes cuando salía de uno de los hoteles y terminó convenciendo a la chica de la recepción para que se acostara con él al salir de su turno que estaba por terminar, ella era muy diferente a todas, pero, tenía algo que le llamó la atención.

La voz se regó muy rápido por toda la ciudad y los alrededores, Rafael estaba arrasando con las damas solteras y ellas le daban muy buena publicidad a pesar de lo patán que terminaba siendo a la mañana siguiente. Algunas tenían la suerte de verlo antes de salir, pero, él las trataba como a un trapo sucio. El problema es que ellas decían que valía la pena, era mejor quedarse dormida y dejarlo ir. Para las chicas era con una leyenda viviente y para otras era como un mito, pero, lo cierto es que estaba por las calles y no había un hombre más apuesto que él. Nada lo detenía y eso lo llevó a pensar en algo más para la casa de las montañas, así que hizo que le construyeran un área especial, algo que no se llevaría mucho tiempo, pero, que quizá retrasaría un poco la construcción de todo. Pero, se había convertido en algo realmente importante para él. Así se fueron dando las cosas y poco a poco el momento de estrenar su casa se acercaba y por supuesto lo haría por todo lo alto, daría una gran fiesta con los pocos amigos sinceros que le quedaban, esos que estaba seguro sentían una empatía total por él como lo hacía él. Las invitaciones saldrían para ocho personas, no más. Tendrían todo lo necesario para pasarla bien para pasar la noche ahí, si así lo deseaban. Rafael estaba dispuesto a dejar esa noche por fuera en lo que a sus aventuras se refería y compartir con todos aquellos pocos que realmente siempre estuvieron con él, era lo más importante para él, además tendría todo el tiempo disponible para llevar hasta allá a las chicas más interesantes y con las que quisiera pasar un momento diferente. Todo estaba a punto de estar listo y la casa de las montañas sería algo fuera de lo normal, algo que los asistentes no creerían pues la combinación de la naturaleza con la arquitectura moderna que se plasmó en la estructura era algo fuera de serie. Los días pasaron y entonces cuando solo faltaba un día para la fiesta una de sus amigas llamó para hacer una pregunta que parecía de lo más inocente, pero, que se convertiría en el cambio más grande de su vida desde ese mismo instante. —Hola, Rafael. Quería saber, si no es mucha molestia, ¿cuál es la posibilidad de que mi prima asista a la reunión en tu casa? Aunque la idea no le pareció al principio, algo le decía que aceptara. Al final siempre era divertido conocer a gente nueva y más cuando venían de las personas en las que confiaba plenamente, así que aceptó sin problemas, total, sólo sería una invitada más que no haría ningún cambio en nada. O al menos eso pensaba.

.

Declaración Obligatoria: Como sabe, hacemos todo lo posible para compartir un archivo de decenas de miles de libros con usted de forma gratuita. Sin embargo, debido a los recientes aumentos de precios, tenemos dificultades para pagar a nuestros proveedores de servicios y editores. Creemos sinceramente que el mundo será más habitable gracias a quienes leen libros y queremos que este servicio gratuito continúe. Si piensas como nosotros, haz una pequeña donación a la familia "BOOKPDF.ORG". Gracias por adelantado.
Qries

Descargar PDF

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

bookpdf.org | Cuál es mi IP Pública | Free Books PDF | PDF Kitap İndir | Telecharger Livre Gratuit PDF | PDF Kostenlose eBooks | Baixar Livros Grátis em PDF |