El reportero Claudio Bombarnac es asignado por el rotativo Twentieth Century para cubrir el viaje del gran tren transasiático que viaja desde Uzun Ada en Turkestán hacia Pekín en China. Lo acompañan en esta travesía un interesante grupo de personajes. Claudio espera que uno de ellos sea el héroe de su historia. Se le añade más acción al viaje cuando un auto especial, custodiado por varios soldados y del cual se dice que trae los restos de un gran mandarín, comienza a formar parte de la carga del tren. El gran mandarín resulta ser una gran consignación que retorna a China proveniente de Persia. Finalmente antes de que el viaje termine, Claudio encuentra al héroe de su historia.
Claudio Bombarnac, reportero del Siglo XX Tiflis, Transcaucasia.
Tal es la dirección del despacho que encontré el 13 de mayo al llegar a Tiflis.
He aquí el contenido del telegrama:
«En desocupándose para la fecha del 5 del corriente, Claudio Bombarnac se encontrará en el puerto de Ouzoun-Ada, litoral este del Caspio; allí tomará tren directo Gran Transasiático entre frontera Europa y capital Celeste Imperio. Deberá transmitir impresiones, forma crónicas, celebrar interviews personajes distinguidos en su camino y señalar los menores incidentes por cartas o telegramas, según necesidades de un buen periodismo. Siglo XX cuenta con el celo e inteligente actividad de su corresponsal, a quien abre crédito ilimitado».
Era la misma mañana en que yo acababa de llegar a Tiflis, teniendo la intención de pasar en ella tres semanas, después de visitar las provincias de Georgia, para provecho de mi periódico y de sus lectores, según esperaba.
He aquí las sorpresas, las precipitaciones de la vida de un corresponsal de prensa.
En esta época, los ferrocarriles rusos estaban unidos a la línea georgiana de Poti-Tiflis-Bakú. Después de un largo e interesante trayecto por las provincias de la Rusia meridional, había franqueado el Cáucaso, y contaba con descansar en la capital de Transcaucasia. Y he aquí que la imperiosa dirección de El Siglo XX no me concedía más que medio día de descanso en esta ciudad. Apenas desembarcado, me veía obligado a partir de nuevo, sin haber tenido tiempo de deshacer mi maleta… ¡Qué queréis! Preciso es satisfacer las exigencias del periodismo y las modernas necesidades de la interview.
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