debeleer.com >>> chapter1.us
La dirección de nuestro sitio web ha cambiado. A pesar de los problemas que estamos viviendo, estamos aquí para ti. Puedes ser un socio en nuestra lucha apoyándonos.
Donar Ahora | Paypal


Como Puedo Descargar Libros Gratis Pdf?


Amor de amigos – Sophie Kiss

V C A P I TULO 1 ivir en Nueva York es algo que puede tener 2 caras. Por un lado, puedes vivir y mantenerte en zonas muy costosas, considerados espacios de lujo para muchas personas, como sucede en Manhattan, por ejemplo. Por otro lado, puedes vivir en el Bronx o cualquiera de las zonas aledañas y vivir un estilo de vida muy diferente, mucho más humilde, rodeado de muchas cosas complejas como inmigrantes árabes, chinos, latinos y de todo tiempo, en una mezcla de cultura y de razas que realmente impresiona. Ronnie es un chico moreno, de casi 30 años, graduado de la mejor universidad de Nueva York, que hoy en día vive en un Pent-house en Manhattan. Ronnie es un chico ideal, soltero, algo, bien parecido, de piel oscura y ojos claros, con un físico realmente impresionante, pues siempre ha sido muy aficionado a los deportes, a las pesas, y especialmente a correr. A Ronnie le gusta correr en la maratón de Nueva York, aunque su actual estilo de vida no le deja mucho tiempo para prepararse para competencias deportivas de alto rendimiento. Sin embargo, a pesar de lo ocupada que es su vida, tiene un físico espectacular, muy bien trabajado en gimnasio. Con solo ver su abdomen, completamente plano y definido, muy musculoso, ya se puede saber que además de tener muy buenos genes, es una persona que dedica horas diarias a entrenar. Hoy en día, ya no trota por las calles como antes, ya no sube y baja escaleras de la plaza del barrio ni se dedica a jugar en las canchas de la calle con vecinos de su zona. Hoy Ronnie es un alto ejecutivo que trabaja en la bolsa, vende y compra acciones, trabaja según la fluctuación del marcado, es analista económico graduado con honores y tiene todo, o casi todo lo que podría desear tener en la vida. Ronnie vive en un Pent-house ubicado en el último piso de un edificio donde vivir es muy costoso, y en el que además él posee la parcela más cara de todo el lugar. Ronnie tiene la llave de un ascensor al que solo él tiene acceso, además del personal de conserjería y mantenimiento del edificio. En ese edificio hay más de 50 pisos, el suyo es el último, pero nunca tiene que lidiar con el alto tráfico de personas subiendo y bajando, porque ese ascensor está diseñado para conducir únicamente hacia su pent-house. El Pent-house de Ronnie es un hogar de ensueño. La cocina es de espacio abierto, amplio, desde donde se pueden apreciar todos los demás lugares de la vivienda. En esa casa, Ronnie ha pagado para tener un decoración muy fina y moderna, con lámparas lujosas y toda una serie de detalles que dejan fascinados a todas las personas que por algún motivo u otro lo visitan. Hay alfombras muy finas, con estampados muy originales y de gran estética. Hay cuadros de artistas contemporáneos de Nueva York, que con solo vender uno de ellos se podría comprar otro auto, pero eso es algo que obviamente Ronnie no necesita hacer. No basta con el lujoso apartamento que tiene, también es dueño de una Harley Davidson que muy pocas veces usa, usualmente solo en fines de semana, y un potente Aston Martin del año en el que va diariamente a los edificios de Manhattan donde trabaja. El Aston Martin es un auto que lo hace ser la envidia de las personas con quienes comparte día tras día. Ronnie es un analista de mercado y corredor de bolsa que, por decirlo de alguna manera, no tiene jefe. Su trabajo es analizar los diferentes mercados de la bolsa de valores, compra y vender acciones, y al mismo tiempo ofrece servicios de asesoría individual para empresas y empresarios en particular. Técnicamente, Ronnie no tiene jefes sino clientes, y no tiene compañeros sino socios, aunque por lo general prefiere trabajar solo. Sin embargo, el edificio donde trabaja, que queda apenas a unas cuadras de donde vive, es un sitio donde diariamente convive y comparte con otros sujetos que se dedican a lo mismo que él, aunque no lo hacen a su nivel, y usualmente le piden consejos. Desde su lujoso apartamento, Ronnie puede apreciar todo el vecindario de donde vive, y al mismo tiempo también puede mirar su oficina.


Ronnie tiene una oficina para él solo en ese edificio, donde l hora de entrada puede ser a cualquier hora cuando se trata de él, pues es tan especial que posee ese tipo de trato. El edificio puede estar cerrado de madrugada, pero si por alguna razón él necesita entrar a lo que sea que necesite hacer, solo debe hacer una llamada para solicitar el acceso, y de inmediato lo obtiene. En una mañana normal, Ronnie se levanta como a las 5:30 am, se da una ducha con agua tibia, prepara café con leche en un robot de cocina muy especializado en el que solo debe apretar un botón y al cabo de unos minutos ya está disfrutando, no solo de una deliciosa taza de café sino además de un par de rebanadas de pan tostado con mantequilla de maní. En la nevera, que también es despertador, radio, ofrece titulares de noticias relevantes y una alarma que avisa cuando se ha agotado alguno de los ingredientes; también posee un compartimiento que mantiene las frutas lo mejor conservadas posible. Una mañana normal para Ronnie entonces implica tomar café con leche preparado por un robot, lo mismo sucede con pan tostado y mantequilla de maní, mientras que la ruta solo debe rebanarla él mismo, y solo cuando no la ha comprado ya picada. Por razones de higiene, y sobre todo de salud, Ronnie suele preferir tener las frutas enteras en sus cáscaras, pero por lo general él no tiene tiempo para casi ninguna de esas cosas, por lo que prefiere comprar todo según una orden de compra electrónica, que le permite pagar todo con tarjeta de crédito, seleccionar los productos desde su teléfono inteligente, y ordenar que se la hagan llegar a su casa en bolsas especiales desde el supermercado. El otro día, como cualquier otro día normal, Ronnie se levantó a las 5:30, algo que puede hacer solo de lunes a viernes, pues los fines de semana se acuesta tarde, vive algo de su vida nocturna y por lo tanto no se le hace tan fácil levantare tan temprano al día siguiente. En aquella oportunidad se trataba de un viernes, por lo tanto, aunque debía y podía levantarse bien temprano, ese sería un día en el que seguramente se iría a la cama un poco tarde, sin embargo, igual él realizó sus actividades de costumbre. Primero duró varios minutos frente al espejo, mirando el profundo verde de sus ojos y pensando en las cosas que tenía pendientes para ese día. Luego de una ducha que lo pudo despertar muy bien, de una taza de café con leche y un pan tostado realizados por robots que solo les falta poder hablar, Ronnie bajó por el ascensor directo hasta el estacionamiento en el sótano del edificio. Mientras todavía masticaba algo de fruta, Ronnie se dirigió hasta su auto, lo encendió, colocó un poco de música rap. Y condujo por apenas un par de cuadras hasta llegar finalmente al edificio de trabajo. —Buenos días Señor Ronnie. —Le dijo el portero, al que Ronnie devolvió el saludo en silencio, estrechándole la mano y regalándole una sonrisa de dientes blancos y perfectos. Ronnie atravesó el lobby del edificio y entró a un ascensor que esta vez sí debía compartir con varios ejecutivos que se dirigían a pisos que estaba antes que el suyo. En ese edificio, cuanto más alto estuviera el piso donde estaba ubicada la oficina, mayor prestigio tenía la persona dentro de las diferentes compañías y empresas que se dedicaban al negocio de la bolsa de valores. Ronnie vestía de punta en blanco ese viernes, igual que casi cualquier otro día. Llevaba puesta una muy fina camisa color azul rey, unos pantalones bastante ajustados, hechos a la medida, de parte de un diseñador exclusivo, y también traía además unos muy finos zapatos negros, muy brillantes, elaborados con el más fino cuero que pueda existir para calzado masculino. Mientras Ronnie esperaba paciente que el ascensor llegara hasta el piso donde él necesitaba llegar para comenzar a trabajar, veía y escuchaba como las personas con quienes compartía el ascensor hablaban de casi cualquier cosa, desde noticias deportivas, políticas o incluso sobre farándula, hasta comentarios relacionados con personas que trabajan en ese edificio. Cuando finalmente llegó hasta su oficina, ya eran casi las 7 am, perdió varios minutos mientras la gente subía y bajaba de la cabina de su ascensor en los diferentes pisos donde la cosa se ponía muy transitada. En ese edificio los primeros pisos están ocupados por depositarios, donde se suelen almacenar diferentes equipos, muchos de ellos son productos que manufacturan o customizan allí mismo, o incluso algunos son piezas de ensamblaje de compañías que laboran en ese sitio. Los pisos que están a la mitad del camino suelen ser más administrativos, donde hay secretarias atendiendo toda clase de llamadas, luego vienen los pisos donde están los gerentes importantes atendiendo sus reuniones donde establecen lluvias de ideas y determina las estrategias de negocio a seguir en sus respectivas compañías. Luego vienen lo pisos donde la gente como Ronnie realiza sus labores diarias, y por último están los pisos de los dueños del edifico y algunos ejecutivos muy exclusivos que laboran allí. Ronnie generalmente va a esos pisos por lo menos una vez al día para dar alguna explicación, rendir alguna cuenta de sus negocios, o incluso solo a visitar y tomarse un café con los más importantes ejecutivos que suelen necesitar estar en constante comunicación con él. —¿Ganaste o perdiste? —Le pregunta Albert a Ronnie al verlo atravesar la gran puerta de vidrio corrediza que separa el piso donde trabaja Ronnie, del acceso al ascensor.

—Anoche no jugué, pero hoy es viernes y voy a por todo. Ya sabes cómo soy yo, todo o nada. La respuesta de Ronnie le robó una sonrisa a Albert, quien le estrechó la mano en un instante para un segundo después regalarle un breve a abrazo. Albert es uno de sus compañeros más frecuentes, y aunque no necesariamente trabajan en el mismo rubro, Albert está siempre muy cerca del escritorio de Ronnie, sirviéndole de asistente y amigo cada vez que lo necesita, al mismo tiempo que Ronnie también le da sugerencias y consejos muy útiles. De algún modo, sin necesidad de trabajar juntos obligatoriamente, Albert y Ronnie comparten tareas en las que se ayudan mutuamente. Ambos suelen apostar de vez en cuando en un programa muy peculiar donde se invierte dinero tratando de adivinar quienes ganarán en diferentes programas de tv, de esos de estilo reality show. Ese tipo de programas son algo que Ronnie no tiene tiempo de mirar, pero a Albert le encantan y Ronnie es buen amigo con Albert y a veces apuestan juntos. —Recuerda que necesitamos establecer todo el análisis hoy para poder estar libres esta noche y salir a divertirnos un poco. —No hace falta que me lo recuerdes. —Le responde Ronnie a su amigo Albert. Tú haz lo tuyo que yo hago lo mío, y seguro podremos ser felices al final del día. Aunque no necesariamente trabajan juntos, suelen estar muy pendientes de lo que el otro debe hacer, es una manera de ayudarse mutuamente, y ese viernes, por casualidad, a ambos les tocaba entregar un informa de análisis de mercado. En el caso de Albert, él debía hacerlo para un jefe, quien está al mismo nivel que Ronnie. Por su parte, Ronnie, aunque tiene un par de chicos que en cierta medida le sirven de asistentes, él prefiere realizar por sí mismo sus trabajos, dejando a los chicos solo algunas tareas muy específicas, como de recolección de información y manejos de datos, con los que él luego puede establecer sus análisis. La mañana transcurrió normal, cada uno en su despacho, tramitando papeles, leyendo datos, analizando los diferentes mercados que debían atender. Albert es un poco mayor que Ronnie, pero al mismo tiempo es más bajo de estatura, no tiene el mismo físico, pues seguro pesa cuando menos unas 50 libras más que su moreno amigo, además de que está muy lejos de tener la misma musculatura.

.

Declaración Obligatoria: Como sabe, hacemos todo lo posible para compartir un archivo de decenas de miles de libros con usted de forma gratuita. Sin embargo, debido a los recientes aumentos de precios, tenemos dificultades para pagar a nuestros proveedores de servicios y editores. Creemos sinceramente que el mundo será más habitable gracias a quienes leen libros y queremos que este servicio gratuito continúe. Si piensas como nosotros, haz una pequeña donación a la familia "BOOKPDF.ORG". Gracias por adelantado.
Qries

Descargar PDF

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

bookpdf.org | Cuál es mi IP Pública | Free Books PDF | PDF Kitap İndir | Telecharger Livre Gratuit PDF | PDF Kostenlose eBooks | Baixar Livros Grátis em PDF |